SOLO EXPO

MORENOTAPIA

16>28 JUNIO 2023

La construcción se hace presa de sí misma. MorenoTapia comenta que el proceso de investigación se inició hace años a partir de bocetos casuales que sumaban el material plástico sobre el papel. Aquellas travesuras ocasionales quedaban en las paredes como vestigios de líneas a trabajar. De forma progresiva, y casi sin querer, fueron ocupando espacios en los libros de trabajo del artista encandilado especialmente por las posibilidades que le aportaba un material que consume y desecha a diario. Este soporte permitía su yuxtaposición y variaciones exponenciales, una nueva variante que hasta la fecha no había tenido cabida. La serie previa se construía a partir de dibujos que eran sistemáticamente recortados y despiezados, dando lugar a nuevas construcciones que el artista inicialmente nunca había pretendido generar. La inclusión del elemento transparente multiplicaba las opciones gráficas y habría la puerta a un territorio inexplorado e interesante, al mismo tiempo que generaba de partida dudas y conflictos en torno a su durabilidad y comportamiento con ciertas técnicas pero, sobre todo, por el grado de rechazo que podía generar al coleccionismo en general.
“Si un creador visual condiciona su proceso desde el principio, está condenado a caminar en círculos que ni tan siquiera ha dibujado él mismo”, dice en voz alta. Tras más de un año construyendo las piezas en formato pequeño y habiendo acondicionado su espacio de trabajo en el centro de producción de la Galería MT, el paso al gran formato fue una consecución natural. Un paso que materializa piezas desde finales del año 22 y que obvia el papel como material y soporte, algo que ha estado presente en su carrera de forma constante en las últimas tres décadas. Abandonar la zona de confort, el territorio sobradamente conocido, acarreó la comisión de errores y el descubrimiento de grandes aciertos, pero especialmente la posibilidad de alterar sustancialmente la composición que se estuviera fraguando. Cada semana permitía saborear en primera persona las esencias fundamentales del proceso creativo.
La cabeza no para de darle vueltas y el ojo sigue erre que erre recorriendo el lienzo de esquina a esquina. La imagen está quebrada, intencionalmente emborronada con plástico superpuesto que hace que apenas se vislumbren los trazos de las primeras capas. El negro omnipresente del óleo contrasta con fuerza en la superficie externa. La retina se ciega y confunde el fondo con la figura, construyendo personajes que dan pie a otros tantos. MorenoTapia nos habla en su propuesta de los mapas que habitan en nuestra consciencia. Los retazos de múltiples experiencias que se aglutinan en un mismo recipiente. Los años pasan y los momentos dignos de mantenerse alejados del olvido se reiteran, mezclándose cual grafía en una pizarra romana de cera que en ocasiones nos confunde. La memoria se vuelve torpe, gris, fantasma y nebulosa, intencionadamente tupida. Difícilmente podemos acertar en construir un mapa, un patrón concreto o un discurso que dé sentido a todas esas sombras. Piezas de un puzzle apenas cromático, discontinuo, que se nos antoja incluso errático.